sábado, 21 de febrero de 2009

Futuro de la ingenieria

En la actualidad ya son muchas las universidades que imparten Ingeniería Informática que están reestructurando sus planes de estudios. La Universidad de Castilla La Mancha y la Politécnica de Valencia son solamente un ejemplo. Sin embargo, estas reestructuraciones poseen una cierta falta de flexibilidad desde el punto de vista de la Ingeniería del Software. La necesidad de ajustarse a los contenidos fijados por el Real Decreto 1459/1990 hace imposible la variación de la troncalidad, teniendo que realizar los posibles ajustes sobre la base de las asignaturas optativas. Si embargo, la evolución seguida por la Ingeniería del Software en estos últimos años, su mayor necesidad y presencia en la empresa, y las perspectivas futuras, hacen que resulte cuestionable la actual estructura de la titulación en Ingeniería Informática.
Adicionalmente, la actual especificación de la titulación en Ingeniaría Informática deja de lado un importante núcleo de conocimiento que cada vez se está mostrando más necesario para el titulado que accede al mundo laboral y que desempeñará tareas vinculadas con la Ingeniería del Software. Así, por ejemplo, aspectos legislativos y empresariales resultan necesarios para comprender el entorno en el que debe trabajar el Ingeniero del Software; cierta formación de base en Psicología y Sociología resultaría muy interesante ante la complejidad del trato con los clientes; etc. Algunos de estos temas vienen recogidos en la propuesta de currículo del IEEE/ACM dentro del área denominada Temas sociales y profesionales. Sin embargo, la mayor parte de los mismos no están cubiertos explícitamente por los contenidos de ninguna materia troncal. También es necesario prestar más atención al tema de la gestión de proyectos software, concretamente a la aplicación de técnicas mínimamente rigurosas para la gestión del software. Al fin y al cabo, el desarrollo hay que hacerlo de todas formas, pero la gestión del desarrollo aparece en muchas ocasiones como algo secundario que se resuelve como se puede, sobre la marcha.
Además es necesario tener en cuenta aspectos tales como la naturaleza del software, la gente que crea software y los factores esenciales en la creación de productos que contienen software.
Por otro lado es necesario tener presente el nuevo escenario que en el ámbito Europeo se está diseñando como consecuencia de la Declaración de Bolonia. Esta Declaración es el compromiso establecido por 29 países europeos en junio de 1999 para reformar las estructuras de sus sistemas de educación superior buscando la convergencia entre ellos. La intención de estos países es poder contar con un espacio Europeo de educación superior en el año 2010. Es por tanto razonable pensar que en un futuro cercano se procederá a una reestructuración de los planes de estudio buscando dichas líneas de convergencia. Concretamente, las Facultades y Escuelas Superiores de
Informática están siendo de las primeras en abordar este paso. De este modo, según se desprende de la reunión anual de la COODI (Conferencia de Decanos y Directores de Centros Universitarios de Informática en España) celebrada en Barcelona (16 y 17 de mayo de 2002) en el marco del 25º aniversario de la Facultat d’Informática de Barcelona, la futura línea de evolución de estos estudios pasa por el diseño de un recorrido curricular cíclico con la estructura “BaMa” (Bachelor + Master) en el que el primer ciclo de 4 años de duración conduciría a la obtención del título de Ingeniería Informática con competencias y atribuciones profesionales. Este título se podría completar por una parte con Masters de especialización que recogieran las características de cada universidad, su entorno socio-económico y las necesidades tecnológicas de cada momento y, por otra, con cursos de doctorado encaminados a la realización de la tesis doctoral.
Ante esta situación, una propuesta de futuro en este marco podría orientarse por el mantenimiento dentro de la formación base del Ingeniero en Informática de un bloque de Ingeniería del Software proporcional al existente en la actualidad (un 7’5% del total de créditos). Adicionalmente, se abordaría el desarrollo de una especialización en Ingeniería del Software a través de programas Master. Estos
programas podrían ser de dos tipos claramente diferenciados: uno eminentemente aplicado orientado a la formación del Ingeniero en el trabajo con el cliente y los equipos de desarrollo, y que debería incluir formación en aspectos psicológicos, sociológicos y legislativos; y otro de corte más teórico destinado a proporcionar una base conceptual más amplia. Este segundo modelo podría sustituirse por un tercer ciclo específico en Ingeniería del Software.

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